jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre la voluntad de la desesperación o sobre la desesperada voluntad

En un mundo sin ideas,
La Razón* se da a voluntad.

*La Razón es un diario argentino de índole gratuita que se reparte en zonas aledañas a estaciones de ferrocarriles, estaciones de subte, estaciones de etcétera. Su distribución se limita a la Capital Federal. Recopila diversas noticias dentro de las acotadas páginas. Lo que luego surge es que, una vez pasada la mañana, jovenes carenciados se aprestan a repartir los diarios por la ciudad a cambio de una colaboración, unas monedas. Es el grito de la desesperación, dan 'La Razón a voluntad'.


___
Por la presente, Diego pide hondas disculpas por la verborragia que acaba de redactar. Diego, además, solicita que el descuidado lector no entienda lo anterior como una de sus obras más prodigiosas, aunque tampoco se espera un estrepitoso acierto. Diego, el autor, pide la tolerancia del público con promesas que, probablemente, jamás cumplirá.
Es menester acentuar que el texto de Diego no tiene tonalidades políticas, filosóficas, sociológicas, psicológicas, etcéterologicas. El autor, Diego, por último, llama a la comunidad a que, antes de ofrecer algún repudio, acto público de destitución, sacrificio en la plaza del pueblo, sea posible una celebración de comprensión, de mezclas de opiniones. 'No me fajen', pidió Diego, el autor.

2 comentarios:

  1. Brillante observación de la realidad Diego, en serio. Me hizo recordar mi sensación de "Arbecht Macht Frei" al ver el "Tren Blanco" arribar a la estación Retiro. Tren Blanco... Blanco de la miseria, blanco de la desidia, y al final terminó siendo blanco de la codicia porque decidieron que los cartoneros no merecían ni siquiera esa miserable limosna. No sea que les caguen el negocio a los amigos de Mauri. Abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí, todo esto, me hace acordar de una vez haber visto en televisión, en uno de esos programas donde se filma a las personas en aglutinaciones de diversas índoles, como recitales, corsos, actos políticos, no sé, situaciones que llevan a la aglomeración y rejunte de individuos con gustos y fines compartidos. Bueno, filmaban a la gente en esas circustancias.
      El tema es que había un hombre, un extranjero, se hacia llamar 'El hombre orquesta' y le hicieron las preguntas que piden en la escuela de periodismo '¿De dónde sos? ¿Qué haces? ¿Qué te parece esto o aquello?'. El hombre, el extranjero, ante una de esas preguntas, contestó de una manera brillante. Hizo referencia con su respuesta sobre los cambistas que polulaban en calle Florida ofreciendo cambio de divisas, intentando atraer clientes. El hombre orquesta dijo: 'Es que esa gente está gritando 'Cambio, cambio, cambio' todo el tiempo, en todo momento, que llega un punto que te cambia, la mente, la cabeza te cambia'. Luego, siguió improvisando un ritmo con cuatro instrumentos atados a su cuerpo.
      Algo así, digamos.
      Un abrazo, Ato, buen fin de semana.

      Eliminar