jueves, 21 de junio de 2012

Acordate

Cuando todo te salga mal, cuando no encuentres sentido a lo que haces, pensá en mí, acordate de mí.
Sé que algún día te vas a levantar y no vas a encontrar naranjas para hacerte un rico jugo de ellas, y vas a replantearte el por qué de tu elección de vida, cómo llegaste a seguir esa carrera que haces, donde solo unos finales te separan de un diploma, de un comprobante a tus conocimientos. Ese mismo día, luego, vas a pensar por qué no funciono la relación con tu ex y no le encontrarás gusto o sentido a un matambre a la pizza, y te vas a deprimir.
Te puede pasar que no llevaste paragüas el día que menos querías que llueva y que nadie te seda el lugar que bordea los edificios, donde te podrías refugiar, un poco, siquiera, y verás correr lágrimas por tu rostros, confundiéndose con las gotas de la lluvia que te cubre por dentro, que te moja por fuera. No te preocupes, acordate de mí, te digo que a todos nos pasa, a todos nos pasó.
En el momento en que la galletita del éxito, que mojaste en el café con leche de tu vida, se desarme, se quiebre y caiga su mayor y mejor parte en la taza de tu fracaso, dejándote con migajas, incomibles, tristes, pobremente húmedas, probablemente, te acuerdes de mí. No sé por qué pero pasa, te acordas de mí.
Y vas a ver que todo mejora, todo sigue. Te darás cuenta que tan mal no andabas, que fue una pequeña turbulencia, un dedo mojado en la oreja, el zumbido de un mosquito, nada más. Estoy peor, re mal, te vas a preguntar qué sentido le encuentro al día a día para seguir viviendo.
No quiero romperte la magia pero te lo tengo que decir. Yo también me acuerdo de vos, sí, me esta saliendo todo mal.
Igual, ahora, me siento mejor, gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario