domingo, 24 de junio de 2012

Solo

Te debo de parecer un tipo, no sé, inteligente, interesante, algo sé que me ves. Por ese algo, eso que no podes explicar, que sabes que esta, no lo ves, lo sentís, eso que te llega y te moviliza, por ese algo, te acercas, venís y me sonreís. Tal vez, me viste mirando al cielo, con la mirada perdida, como buscando respuestas a preguntas inciertas, pensaste que tenía algo para decir, que mi ceño fruncido era la traducción justa a eso que estabas buscando, una figuración a lo que vos pensabas y no podías decir. Quizás, me encontraste mirando el piso, sí, el mismo suelo que pisas vos, que piso yo. Y lo miro y vos me miras. Estarás suponiendo que estoy divagando en teorías que rozan, acarician lo sociológico, se meten en la psicología para entender a la antropología, para captar el por qué del patrón que llevo a los obreros a disponer las baldosas del piso de ese modo, o por qué la gente ensucia así al piso que pisa. Lo más probable es que me hayas visto leyendo. Algo de la facultad, algún libro de páginas amarillas. Intento leer algo en la mayor parte del tiempo que puedo. Sé que te puede parecer desmedido el leer fuera de las obligaciones, más allá del deber ser; leer por gusto, por goce, no es parte de tu disfrute y esta bien. Igual, queres saber qué leo, el título, el autor, qué quiso decir el autor, si hay alguna adaptación en la pantalla grande a tan curioso título.
Sé que no te atreviste a preguntar, en primeras instancias, sobre lo anterior, es incómodo ir directo, al punto,  a lo que uno quiere, nos enseñaron a dar vueltas, te entiendo. Por eso te digo, si me ves mirando al cielo tal Giordano Bruno es porque me gusta mirar las nubes, los matices, los colores; vos sabes que mirar cada diecisiete segundos para ver si viene el bondi, no esta bueno, hay que buscar mirar algo más. En los momentos que coincidamos y yo este prestando atención al piso, no te preocupes, no hago nada, voy buscando mi autoestima, no sé dónde la dejé olvidada. Sí estoy con un libro, es la pasión, ¿qué queres que te diga? Es entrar en un mundo, mejor o peor, no sé, depende; es magnifico, las adaptaciones pocas veces lo trasmiten igual. Y así, la respuesta es no. No soy interesante, mucho menos inteligente. Común, diríamos. Probablemente, sea la materialización mal hecha de tus sueños, no valgo nada.
Entonces, llego acá, a este segmento, a esta parte solo para decirte que no te acerques, no me hables, no pienses cerca mío. Estaremos juntos en el banco, esperando algún medio de transporte, en algún consultorio, en alguna fila de algo, no sé, pero el hecho de que convengamos en un espaciotiempo no quiere decir que es de carácter necesario que me hables, ya vas a llegar a tu casa y vas a poder prender la tele, vas a estar bien. Y no es de forro, tal vez sí. Es que veo gente todo el tiempo, a veces quiero estar solo.

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